¿Cómo se limpian los binoculares?
Cuando el polvo se acumula y las lentes están sucias, es que es hora de una limpieza. Sin embargo, no siempre es la clave.
Las superficies ópticas son delicadas, por lo que antes que limpiarlas hay que protegerlas de la suciedad. Esto significa que después del uso siempre hay que volver a colocar las tapas protectoras en los objetivos y los oculares. Y, por supuesto, mantener los dedos lejos de las lentes.
Pese a todo, los binoculares no están hechos para decorar vitrinas, sino para usarlos y es inevitable que tarde o temprano se manchen.
La suciedad se acumula sobre todo en los oculares. Al pestañear partículas y grasa se adhieren a sus lentes. Por su parte, en los objetivos se puede acumular polvo. Al limpiar binoculares se debe aplicar el principio de "menos es más".
Los tratamientos de las lentes son delicados, por eso la limpieza manual se debe reservar para cuando el instrumento está realmente sucio, no para cuando hay un par de motas de polvo.
Los pinceles son ideales para retirar las partículas más grandes antes de proceder a la limpieza en húmedo. Para ello existen soluciones especiales, por ejemplo, sets de limpieza que incluyen pincel, paño de microfibras y líquido limpiador. Los binoculares estancos también se pueden limpiar bajo un chorro de agua tibia.
