Omegon Push Plus

Push Plus: un telescopio entre manual y GoTo, pero equipado con moderna tecnología para smartphone.

Parece una idea tan novedosa para principiantes, como a la orden del día: ¿por qué no usar el omnipresente smartphone para controlar también el telescopio? Con Push+, Omegon pone a nuestra disposición una montura Dobson que transmite sus datos de posición por Bluetooth a prácticamente cualquier sistema. La montura también se vende en combinación con un Newton de 8". ¿Es ésta una buena opción para principiantes?

Omegon ofrece la montura tanto por separado como en un pack con un fiable telescopio Newton de 8", el N203/1000, una combinación interesante también para astroaficionados con menos experiencia. Óptica y montura se entregan por separado en dos grandes cajas. Una ventaja del Newton es que el montaje se limita a acoplar el enfocador, que se fija a la placa base ya instalada con dos tornillos prisioneros. Lamentablemente, no se incluye la llave Allen de 2 mm necesaria para apretarlos.

La instalación de la montura Push+ es un poco más laboriosa: con ayuda de las instrucciones ilustradas se puede dejar lista en poco más de media hora. Se trata de una montura monobrazo hecha de madera aglomerada. Pese a que todos los bordes y superficies visibles están chapados, el aglomerado se puede ver en algunas uniones. Si prevé un uso frecuente en noches húmedas, se recomienda sellarla, por ejemplo, con cola para madera diluida. Este mismo tratamiento también se debe aplicar a los orificios ya perforados, que suelen estar algo astillados. Afortunadamente, casi todos estos puntos quedan ocultos tras el montaje. El frenado del embrague de fricción se ajusta mediante dos tuercas autoblocantes y las correspondientes llaves de 17 mm. Por cierto, los rodamientos de ambos ejes son de teflón. En lo que a la electrónica respecta, el montaje es muy sencillo: solo hay que enchufar un cable con conector RJ45 al codificador en la placa base y a la unidad de control en la carcasa del eje de elevación.

La montura incluye un cable de alimentación compatible con el encendedor del coche. Sin embargo, también se puede adquirir por separado un adaptador USB para la alimentación eléctrica desde una batería externa, por ejemplo. Lo que ocurre es que la toma está empotrada a bastante profundidad en el tablero de aglomerado, por lo que los adaptadores habituales de las fuentes de alimentación universales suelen ser demasiado cortos. En el manual, al final del montaje se puede observar que el soporte para smartphone sigue sin instalarse y que sólo queda libre el orificio de un tornillo. Entonces se puede proceder a fijar el telescopio al soporte para el prisma en el eje de elevación con los dos tornillos de apriete.

El siguiente paso es conectar un smartphone por Bluetooth, y es que sin un móvil y una aplicación de consulta de la posición del telescopio, la montura funcionaría como una Dobson normal. En el manual se incluyen instrucciones detalladas para el emparejamiento con la versión para Android de SkySafari y la aplicación Cartes du Ciel de Windows. Sin embargo, la montura funciona con otros muchos programas y dispositivos compatibles con el protocolo IntelliScope.

Una vez conectada la interfaz, todo dependerá de la aplicación seleccionada para el manejo. Para la prueba a cielo abierto se utilizó una tablet Nexus 7 con SkySafari Pro. Y, hablando del cielo abierto, aunque la montura es de dimensiones compactas y cabe perfectamente en un coche pequeño, no tiene el asa de transporte que suelen incluir las Dobson, así que resulta bastante complicado bajar los 14 kg que pesa por unas escaleras. Asimismo, en lugar del tornillo fotográfico que, sea como sea, no sirve con la montura Dobson, hubiese estado bien equipar el telescopio Newton con un asa de transporte en las abrazaderas, que sería de gran ayuda a la hora de insertar el telescopio en el riel prismático.

Antes de comenzar la observación, el software primero debe calcular la posición exacta del telescopio, proceso que se denomina "alineación". Para ello, antes de enchufar la fuente de alimentación, hay que colocar el aparato en una posición horizontal de referencia señalizada por dos marcas. Para obtener la máxima precisión, en el manual se recomienda usar un nivel de burbuja para ajustar las patas niveladoras, si bien tuvimos el placer de comprobar que no es imprescindible.

SkySafari permite elegir dos objetos de referencia para la alineación. Como no pueden estar demasiado cerca el uno del otro, optamos por Betelgeuse y Régulo. Esto debería funcionar en una de esas hermosas y frías noches de observación del cielo profundo en las que la Luna no molesta.

Todo observador del cielo profundo se toma muy en serio la adaptación a la oscuridad. Por eso sólo permite el uso de luz roja y evita en la medida de lo posible echar mano del móvil. Cada vistazo a la pantalla requiere otros 20 minutos de adaptación. Por este motivo, el software astronómico suele incluir algún tipo de modo de luz roja. Esta solución tal vez sea suficientemente cómoda para astrofotógrafos, pero, por experiencia, se queda corta para observadores visuales. Así que, con el recelo que cabía sentir, echamos un vistazo crítico a la montura Push+ y al teléfono acoplado. La pantalla del Nexus 7 que utilizamos estaba satisfactoriamente oscura, a excepción de un par de botones de Android que SkySafari no logró poner de color rojo. Además, la retroiluminación desprendía un ligero brillo violáceo constante. Son mejores las pantallas AmoLED u OLED, en las que se iluminan los propios píxeles. No obstante, el resultado es bastante peor con otras muchas pantallas, cuya retroiluminación emite un resplandor azulado cuando se mira desde un ángulo ligeramente inclinado. Si bien esto es tolerable para observaciones desde el jardín de casa, donde prácticamente siempre hay fuentes de contaminación lumínica cercanas, es inaceptable para quienes se toman un esfuerzo adicional para buscar un lugar oscuro. En este caso, hay que cubrir la pantalla con una lámina roja.

El soporte para smartphones fue un tanto decepcionante: aunque Nexus es una tablet, sus dimensiones son muy compactas y, pese a ello, resultó ser demasiado ancha para el soporte. De cara a las observaciones, siempre es preferible usar una pantalla más grande, y no una pequeña.

Una vez acoplada la pantalla del móvil en el soporte, aparece otra fuente de luz no deseada. Curiosamente, en el interior de la carcasa, al mismo tiempo que el LED rojo de control de la conexión Bluetooth, se enciende otro LED azul que ilumina toda la placa base de la montura de forma continua a través de la toma de conexión para el cable del codificador inferior. Si se coloca aquí algo brillante, por ejemplo, el envase de un filtro, entonces molesta a los ojos. Sea cual sea la función del LED azul, la unión entre el cable y la toma debería ser hermética y no dejar pasar la luz, para así eliminar esta fuente de contaminación lumínica.

La ranura prismática de la montura Push+ es compatible con diversos telescopios. Sin embargo, dada la altura de observación, los Newton son prácticamente los únicos que se pueden usar. Aunque Omegon afirma que es posible acoplar instrumentos con una apertura máxima de 200 mm y 1200 mm de distancia focal, yo no pasaría del N203/1000. Este telescopio causó una muy buena impresión gracias a algunos detalles. Mientras que el espejo secundario lamentablemente se ajusta con unos tornillos en cruz normales, el principal dispone de unos tornillos moleteados. El extremo posterior del tubo está diseñado para evitar que el telescopio se apoye sobre los tornillos de ajuste.

En la parte delantera hay una esmerada tapa de plástico, que asienta de forma segura incluso en noches frías. Sin embargo, parece que se desajustó tras el envío. Por lo tanto, es imprescindible hacerse con las herramientas necesarias, ya que este ajuste es crucial para el rendimiento con una relación focal de f/5. Hay una marca central bastante grande. Como es habitual, el tubo lleva un enfocador alto, por lo que, aunque sea innecesario, también está pensado para fotografía (al fin y al cabo, el telescopio no está diseñado sólo para fines visuales). Pese a que el extremo de algunos tornillos queda dentro de o sobre la trayectoria de los rayos de luz, el borde del espejo secundario está oscuro. Las abrazaderas del tubo y el riel prismático son robustos.

Por el contrario, los accesorios son bastante desalentadores. Los oculares Kellner incluidos, de 25 y 10 mm, son de la calidad más baja: aunque las lentes son de vidrio ligeramente tratado, las monturas son de plástico. Estos oculares no están para nada a la altura del potencial del Newton. De los dos, el de 10 mm es el que ofrece la mejor imagen. El de 25 mm pierde mucha nitidez en los bordes. El buscador de puntero luminoso no se atenúa lo suficiente, por lo que es demasiado brillante cuando la batería está a tope y oscurece las estrellas con el revestimiento reflectante de color naranja para los crepúsculos. Su visor es incómodamente pequeño, aunque se mire con el otro ojo más allá del buscador. Desde la perspectiva de alguien que está empezando, sería mejor prescindir de estos tres elementos y, en su lugar, diseñar un buscador del que pueda seguir disfrutando dentro de 10 años.

Para comprobar las prestaciones del Newton, para la prueba utilizamos nuestro propio ocular panorámico de 20 mm con un campo visual aparente de 100°, así como uno de 10 mm y otro de 4,7 mm con un campo de 82°. Por un lado, nos permitieron visualizar una mayor región del cielo para la búsqueda de objetos y, por otro, los objetos permanecieron más tiempo dentro del campo visual, especialmente con el ocular de 4,7 mm a 213 aumentos. El movimiento del cielo debido a la rotación de la Tierra es claramente perceptible.

La aproximación a los objetos funcionó bien. Sin embargo, esto depende totalmente de las características del programa que se utilice. SkySafari, por ejemplo, muestra la ubicación del telescopio en el mapa celeste con ayuda de un retículo o círculos concéntricos Telrad. Pero, al ampliar el mapa, el retículo no tarda en quedarse fuera de la pantalla, momento en el que uno desearía que el programa usará flechas para indicar la dirección en la que hay que mover el telescopio. Por esto, a la hora de buscar un objeto hay que estar constantemente reajustando los aumentos o la sección del mapa en la pantalla. Sea como sea, esto no es un problema de la montura, sino una limitación del software recomendado por Omegon.

Durante la observación, el Newton dio bien la talla. Ofreció una buena imagen de las estrellas y hasta nos permitió ver la nebulosa del Esquimal, Incluso con el ocular de 4,7 mm. Sin embargo, al estar al límite de su capacidad de carga, la montura vibraba con mucha frecuencia. Si se toca el enfocador, tiembla tan rápido que las estrellas se convierten en líneas finas. Un truco para amortiguar estas vibraciones y mantener un enfoque aceptable es apoyarse con cuidado en las anteojeras de goma.

Naturalmente, en las regiones del cielo cercanas a las estrellas tomadas como referencia para la alineación, el retículo indica la posición del telescopio con gran precisión. Este fue el caso con la nebulosa del Esquimal. Pero, con todo, las pequeñas desviaciones en el ajuste de las estrellas de referencia se intensifican al aumentar la distancia, así que el retículo se desvió aproximadamente 1º al apuntar al doble cúmulo estelar de h y χ. No tuvimos ningún problema con el ocular de campo amplio que utilizamos, pero con el ocular de 25 mm incluido en el suministro quedó fuera del campo visual. No obstante, SkySafari permite seleccionar rápidamente dos nuevas estrellas de referencia en una posición que vaya mejor para el objeto que se busca.

Incluso así, se tarda menos de tres minutos en navegar hasta cualquier objeto del mapa. Si además se invierte la imagen del programa cartográfico como corresponda en función del telescopio, que, en el caso del Newton, supone un giro de 180°, con un poco de práctica también se pueden asignar estrellas reconocibles en el campo visual a las del mapa.

Así uno tiene la seguridad de estar mirando la parte correcta del cielo y, además, ayuda a encontrar objetos esquivos. Bajo el cielo contaminado de las ciudades, eso sí, con un filtro OIII, se pudo observar la nebulosa del Pac-Man (NGC 281), en la constelación de Casiopea.

En general, el telescopio N203/1000 sobre Push+ es un buen trampolín para iniciarse en la astronomía. Como el telescopio se guía manualmente, el observador participa de manera activa en la búsqueda de los objetos y, con ello, aprende a orientarse por el cielo, toda una ventaja frente a los telescopios GoTo automáticos.

El sistema óptico tiene un buen potencial para uso universal. Es una buena solución para observaciones ocasionales desde el balcón o el jardín de casa. Pero, si con los años crece el nivel de exigencia, la tendencia a vibrar y la contaminación por el LED azul mal tapado dejarán de ser aceptables. Con los oculares adecuados y algunos retoques mínimos, como recomendamos habitualmente, el telescopio Newton brindará muchos años de disfrute.

Hemos realizado una serie de pruebas y, con el smartphone de Samsung utilizado, no hemos encontrado ningún punto molesto de luz que no fuese roja. Asimismo, tampoco pudimos comprobar las vibraciones con nuestro equipo; a este respecto, todavía hay que investigar la causa más en profundidad. El soporte está diseñado y construido para smartphones; también saldrá una versión específica para tablets.

La luz azul de la conexión Bluetooth se tapará correctamente en la próxima versión. En principio, añadir un mango para el tubo no supone ningún problema; las abrazaderas del tubo tienen las roscas fotográficas anteriormente mencionadas, por lo que se puede acoplar fácilmente un asa o un riel.