Factor de aumento x apertura

¿Cómo se puede conocer la apertura y el factor de aumento de unos prismáticos? ¿Y para qué sirven estas cifras?

El factor de aumento es un parámetro relevante, pero no es lo único que importa en unos binoculares. Es solo un factor entre tantos. Sin embargo, a menudo prima la convicción de que cuando más altos los aumentos, mejor serán los prismáticos. Y, definitivamente, eso no es así. Más bien, la clave reside en una combinación entre factor de aumento y apertura del objetivo. Pero primero es fundamental familiarizarse con las designaciones relativas a los binoculares.

Las cifras

Las cifras varían de unos binoculares a otros: 10x25, 8x42, 7x50, etc. Pero ¿qué significan?

Esta indicación aparece en todos los binoculares que vendemos y designa el factor de aumento y la apertura del objetivo de los prismáticos. El primer valor corresponde al factor de aumento, que en este caso es de 10, y el segundo a la apertura, que siempre se da en milímetros. Por ejemplo, unos binoculares 10x42 tendrán un objetivo de 42 mm de apertura.

En realidad es muy sencillo: el primer número indica siempre los aumentos. Unos binoculares 10x25 tienen un factor de aumento de 10. El segundo es la apertura del objetivo en milímetros. En el caso anterior, se trata de 25 mm, mientras que en unos 8x42 son 42 mm.

Ambos valores deben combinar entre sí: no se pueden fabricar unos binoculares de 25x25, por ejemplo. La información lumínica que llegaría al ojo sería demasiado escasa y no tendrían ninguna utilidad.

En una comparativa de binoculares por tamaños se ven muy bien las variaciones en la apertura del objetivo. Cuanto más grande sea este, más luminosos serán los prismáticos. En principio, los binoculares se fabrican específicamente para diferentes usos. Por ejemplo, unos 10x25 están mayormente concebidos para usuarios que prefieren un instrumento muy compacto que puedan llevar incluso en el bolsillo de los pantalones. Estos binoculares son muy ligeros e ideales para observación diurna. Los senderistas a los que les gusta pasear por la montaña con la mochila al hombro necesitan reducir al máximo el peso de su equipo, por lo que deben prescindir de binoculares grandes. Los binoculares universales son los prismáticos denominados de techo de 8x42 o 10x42. Pese a su diseño compacto, ofrecen suficiente luminosidad como para poder usarlos con malas condiciones lumínicas o en horas crepusculares.

Los observadores (y cazadores) que quieren observar animales al atardecer y por la noche tienen a su disposición binoculares muy luminosos, como los 7x50, 8x56 o 9x63. En el otro extremo de la gama de binoculares están los de gran formato, que generalmente engloban instrumentos con objetivos con apertura muy grande, de entre 70 y 100 mm. Captan cuatro veces más luz que los universales y están indicados para observación astronómica o paisajística sobre un trípode.