Pupila de salida
La luz sale del ocular y llega a nuestro ojo. Determine por sus propios medios la importancia de la pupila de salida en el éxito de sus observaciones.
Al igual que en los telescopios, la luz entra y una determinada cantidad de la misma sale lógicamente por el otro extremo. Dicha cantidad depende de la apertura y del factor de aumento de los prismáticos. La luz sale del ocular en forma de haz y llega al ojo donde, después, con ayuda del cerebro se convierte en una imagen útil.
¿Por qué se necesita una pupila de salida grande para observaciones en horas crepusculares?
Este haz de luz, que se expresa en los mm equivalentes a su diámetro, se denomina pupila de salida. Es la encargada de ajustar la luminosidad de la imagen en el ojo humano, algo de suma relevancia cuando se realizan observaciones en horas de poca luz. Por ejemplo, en algunos binoculares de 10x25 mm el ocular envía al ojo un haz de luz de 2,5 mm.
Durante el crepúsculo esta información no es suficiente, ya que la retina recibe muy pocos estímulos y no es capaz de distinguir demasiados detalles. La situación cambia con unos prismáticos de 8x42 mm, con los que el ojo recibe un haz de luz de 5,25 mm. La imagen es mucho más clara, por lo que el observador puede ver mucho más pese a la oscuridad. Los binoculares solo son aptos para observación crepuscular con pupilas de salida de más de 4 mm. Cuanto más grande, mejor...
Binoculares con una pupila de salida de 7 mm
El pequeño círculo luminoso en el centro representa la pupila de salida. Se trata de la información lumínica que llega al ojo. Para poder observar una vez entrada la noche, el observador necesita unos binoculares que le ofrezcan más información lumínica.
Prismáticos de 7x50, 8x56 o 9x63 tienen una pupila de salida de 7 mm de diámetro, es decir, el valor máximo posible para el ojo humano, y es que hay que tener en cuenta que el iris no se abre más de 7 mm en personas jóvenes.
Si los binoculares emitiesen un haz de luz más grande, nuestro iris inevitablemente funcionaría como un diafragma (que es lo que realmente es). A medida que van pasando los años, el iris de las personas cada vez se abre menos. Así, algunos binoculares con PS de 7 mm no tendrían el efecto deseado en un usuario de 60 años. En su caso bastaría con unos prismáticos de 8x42 mm.
Un término que generalmente también sale a colación en el contexto de las pupilas de salida es el de la "luminosidad". La luminosidad es el cuadrado de la pupila de salida: por ejemplo, unos binoculares 8x56 tendrán una pupila de salida de 56/8=7 y una luminosidad de 7x7=49. Los valores por encima de 35 generalmente corresponden a binoculares de caza.
