El águila ha aterrizado

Al suroeste del Mare Tranquillitatis se encuentra el lugar del primer alunizaje tripulado.

"Houston, aquí Base Tranquilidad. El águila ha aterrizado". Esta probablemente sea una de las frases más célebres de la historia espacial. Fueron las palabras que el astronauta estadounidense del Apolo 11 Neil Armstrong pronunció a las 22:17 CEST del 20 de julio de 1969, después de que el módulo lunar Eagle aterrizara con éxito en la superficie del Mare Tranquillitatis (Mar de la Tranquilidad). Todo observador que decida darse un paseo por la Luna con su telescopio debería, al menos una vez, acercarse a este lugar histórico e intentar visualizar aquel acontecimiento.

Las dos montañas anulares Sabine (30 km) y Ritter (29 km) sirven de punto de partida para llegar al lugar del primer alunizaje tripulado. Aparecen en la esquina suroeste del Mare Tranquillitatis como una pareja de gemelas casi idénticas separadas por tan solo unos pocos kilómetros. Las paredes se han desprendido en gran parte hacia el interior de ambos cráteres.

El fondo también es muy similar en Sabine y Ritter: está relleno de lava, es relativamente plano y presenta algunas elevaciones planas y concéntricas. Al norte de Ritter encontramos los dos cráteres satélite Ritter C (14 km) y Ritter B (14 km), también muy próximos entre sí.

La llamada Base Tranquilidad, el punto exacto de aterrizaje del módulo lunar, se registró oficialmente en los mapas lunares como Statio Tranquillitatis en la década de 1970. En honor a los tres astronautas que formaron la tripulación del Apolo 11, se puso sus nombres a tres pequeños cráteres de los alrededores: Aldrin, Collins y Armstrong. La pareja de cráteres Sabine y Ritter es un punto de referencia perfecto para acercarse visualmente al lugar del alunizaje. Se recomienda prolongar hacia el este la curva imaginaria que dibujan Ritter B, Ritter C, Ritter y Sabine. Si las condiciones de observación son óptimas, con un poco de suerte Aldrin (3 km) será el primer cráter visible de los tres monumentos lunares a los astronautas.

Collins (2 km) y Armstrong (4 km) le siguen a igual distancia más al este. Eso sí, para verlos se necesita un telescopio potente con una apertura de 100 mm como mínimo. Un poco más cerca de la Statio Tranquillitatis se encuentra el cráter satélite Sabine C (3 km), al sureste de Aldrin, que resulta más esquivo que los tres cráteres situados al norte.

Visibilidad óptima 6 o 19 días tras la Luna nueva

Autor: Lampert Spix / Licencia: Oculum-Verlag GmbH