El doble cúmulo estelar h y χ Persei
Ya sea con un telescopio o los prismáticos, ,el doble cúmulo de Perseo es una observación que no se puede dejar pasar.
El cúmulo estelar doble NGC 869/NGC 884 en la constelación de Perseo es mejor conocido por la mayoría de los aficionados a la astronomía como h y χ (Eta y Ji). Según los registros del astrónomo griego Hiparco, h y χ Persei fueron avistados hace más de 2000 años. Sin embargo, fueron descritos como cúmulos estelares abiertos por el astrónomo inglés John Flamsteed mucho tiempo después, en el siglo XVIII.
Estrellas de colores
El cúmulo doble se puede observar a simple vista porque es muy grande (20'/25') y brillante (5,3/6,1). Para encontrarlo lo mejor es prolongar la línea γ y δ Cas hasta duplicar su extensión en dirección sureste. Incluso bajo un cielo iluminado se puede ver entre Casiopea y Perseo una mancha nebulosa que, si se mira con más detenimiento, parece alargarse y bifurcarse. Esta mancha representa la empuñadura de la espada de Perseo.
Unos binoculares 8×30 nos permiten distinguir dos nebulosas brillantes con algunas estrellas bien definidas. En el telescopio veremos dos cúmulos luminosos densamente poblados de jóvenes estrellas azuladas y algunas gigantes rojas con una tonalidad naranja, por ejemplo, entre ambos cúmulos o cerca del centro de χ Persei. Este contraste cromático entre las estrellas es un motivo astrofotográfico ideal. Bajo un cielo oscuro este efecto es mucho más perceptible y da la sensación de estar observando dos diamantes sobre terciopelo negro.
Es uno de esos espectáculos que ni siquiera los astroaficionados con más experiencia se cansan de disfrutar.
Una pareja indivisible
Ambos cúmulos pertenecen a la denominada asociación Perseus-OB1, un conjunto de jóvenes estrellas azuladas de las categorías espectrales O y B. El cúmulo h está a unos 6800 años luz, y χ a unos 7600. Los dos representan una pareja indivisible. De hecho, estos dos grupos de más de 300 estrellas en cada uno es a día de hoy el único cúmulo estelar doble conocido en nuestra Vía Láctea.
Para poder observar los dos cúmulos en el mismo campo visual solo se puede aplicar un factor de aumento reducido, de aproximadamente 30× a 50×. Aunque las observaciones a aumentos más altos también tienen su encanto. A partir de 100 los cúmulos se ven más detallados, con estrellas dobles y múltiples. En NGC 869 podemos incluso apreciar una pequeña cadena de estrellas arqueada. Si se incluye una estrella ubicada en el lado opuesto, esta cadena parece un pequeño paracaídas.
Nunca defrauda un vistazo con prismáticos o telescopio a la región cercana a Casiopea de la Vía Láctea, donde nos toparemos por sorpresa con estos dos cúmulos estelares. La visión de h y χ a través de unos binoculares de gran formato es una de las más impresionantes de todo el cielo nocturno.
Autor: Michael Feiler / Licencia: Oculum-Verlag GmbH