M57, la nebulosa del Anillo
Aunque su estrella central es un objetivo difícil, esta nebulosa planetaria en la constelación de Lira es uno de los objetos más bellos de todo el cielo nocturno.
Uno de los objetos celestes más observados en verano y principios de otoño es la nebulosa del Anillo, objeto número 57 del catálogo de Messier, en la constelación de Lira. Para encontrarla, basta con apuntar al medio entre γ y β Lyra, las dos estrellas de las esquinas inferiores del paralelogramo que dibuja la constelación de Lira.
Urano, el modelo
A bajos aumentos, M57 se ve como una estrella muy pequeña de magnitud 9 con un brillante color azul verdoso que no termina de enfocarse por completo. A aumentos ligeramente más altos adopta una forma redonda, como si de un planeta se tratase, que resulta ser la razón de la denominación engañosa de clase de este objeto. El astrónomo Antoine Darquier descubrió la nebulosa a mediados de febrero de 1779 y comparó su aspecto con el de un planeta. Esto inspiró al astrónomo Friedrich Wilhelm Herschel para designar este tipo de nebulosa "nebulosa planetaria", en referencia a Urano, el planeta que justo acababa de descubrir. Charles Messier incluyó la nebulosa del Anillo con el número 57 en su catálogo.
Anillo de humo
Muchas nebulosas planetarias no son circulares, sino ovaladas, rectangulares o con forma de mariposa. En el caso de Messier 57, se trata de un anillo de gas ligeramente elíptico a unos 2300 años luz de nosotros. A lo largo de su vida, una estrella no muy masiva ha agotado sus existencias de hidrógeno y ha perdido su envoltura exterior. Su diámetro es de 0,9 años luz y las zonas más débiles alcanzan una extensión de hasta 2,4 años luz. Esta nebulosa, que se formó hará unos 15 000 años, presenta un diámetro aparente de unos 118 segundos de arco. La forma real de la envoltura de gas se asemeja a un toroide y se parece más a un flotador salvavidas o a un neumático. El anillo sigue expandiéndose lentamente a a una velocidad de unos 19 km/s.
M57 puede verse bajo un cielo oscuro con aperturas desde los 50 mm. Sin embargo, el anillo solo es visible a partir de 100 mm de apertura y con un factor de aumento de 100 a 150. Los telescopios de 150 a 200 mm de apertura no muestran una estructura mejor definida, pero sí ofrecen una imagen más brillante de la nebulosa. Una observación atenta revelará la forma ovalada y diferentes grados de luminosidad. No es necesario utilizar un filtro para nebulosa, aunque hay que intentar trabajar con aumentos altos.
Estrella central
En las fotografías, la nebulosa del Anillo está bellamente coloreada porque una estrella central excita el gas y lo hace brillar. Sin embargo, visualmente no es posible distinguir diferentes colores. La estrella central es una enana blanca con una temperatura superficial de 70 000 °C que, no obstante, con una con una magnitud aparente de 15,8, es extremadamente tenue. Además, el fondo neblinoso en el interior del anillo hace su observación aún más difícil. Para verla se necesita un telescopio de al menos 25 cm de apertura. En las fotografías, por el contrario, es perfectamente visible.
Autor: Michael Feiler / Licencia: Oculum-Verlag GmbH