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Práctica

NGC 772, la galaxia espiral

Con un tamaño que dobla el de nuestra Vía Láctea y con otra compañera en interacción, esta espiral en Aries es un objeto de esos que merece la pena observar con el telescopio.

Las galaxias NGC 772 y NGC 770 en la constelación de Aries. Michael Breite, Stefan Heutz y Wolfgang Ries Las galaxias NGC 772 y NGC 770 en la constelación de Aries. Michael Breite, Stefan Heutz y Wolfgang Ries

Cuando llega el otoño, al oeste de la prominente constelación de Pegaso (el Cuadrado de Otoño) encontramos la pequeña constelación del carnero, o Aries. Las brillantes estrellas α (Hamal) y β (Sheratan) están a 6° una de otra y, junto con la estrella binaria más tenue γ (Mesarthim), dibujan una línea curva. Entre 2000 y 100 a.C. Hamal marcaba el punto del equinoccio de primavera. Desde entonces, el denominado "punto de Aries" se ha trasladado a la constelación de Piscis debido al movimiento de precisión del eje de la Tierra. Aries es una de las 12 constelaciones del zodíaco antiguo, que debido a la proximidad de su eclíptica, recibe constantemente la visita de objetos del Sistema Solar. Aunque esta constelación no incluye ningún objeto del catálogo de Messier, sí que alberga un pequeño número de objetos interesantes del cielo profundo. Y la galaxia espiral NGC 772 es uno de ellos.

Forma de apóstrofo

Imagen de NGC 772 y NGC 770 con un Newton de 20" a 434 aumentos. Uwe Glahn Imagen de NGC 772 y NGC 770 con un Newton de 20" a 434 aumentos. Uwe Glahn

NGC 772 fue descubierta el 29 de noviembre de 1785 por el astrónomo anglo-germano Friedrich Wilhelm Herschel. Está a unos 115 millones de años luz y tiene una magnitud aparente de 10,3. Su diámetro es de alrededor de 240 000 años luz, mientras que su diámetro angular en el cielo es aproximadamente de 7,4'×4,9'. Con estos datos, podemos concluir que esta galaxia es casi el doble de grande que nuestra Vía Láctea.

Presenta una forma ovalada con un brazo espiral dominante con brillantes regiones de formación de estrellas que, al interactuar con la galaxia vecina NGC 770, que es más luminosa, se deforma y adopta la forma de un apóstrofo. NGC 770, descubierta el 3 de noviembre de 1855 con el telescopio Leviatán por el asistente de Lord Rosse, R. J. Mitchell, está a una distancia de 3,5' o 108 000 años luz de NGC 772. Ambas galaxias aparecen juntas en el atlas de galaxias peculiares "Atlas of Peculiar Galaxies" de Arp con el número 78.

Brazo espiral dominante

El mejor punto de partida para encontrar NGC 772 es la estrella γ Ari, a tan solo 2,8° al este de la galaxia. Dado que NGC 772 presenta una luminosidad comparable a la de las galaxias de Messier más tenues (M91/M98), este no es un objeto fácil de observar con binoculares pequeños. Nuestra recomendación es un telescopio a partir de 10 cm, que es la apertura mínima para poder vislumbrar una mancha nebulosa ovalada de forma asimétrica o irregular. Con una óptica de más de 20 cm de apertura y factor de aumento de 120 ya se puede distinguir el centro asimétrico de la galaxia, pequeño, luminoso y prácticamente estelar.

En el cuadrante noroeste del halo aparece el brazo espiral dominante y, mediante la técnica de la observación indirecta, también se puede apreciar la galaxia vecina NGC 770 ubicada al sur. Los telescopios más grandes a partir de los 40 cm de apertura nos permiten distinguir diferentes fragmentos en el brazo de la espiral.

Mapa estelar de NGC 772 en la constelación de Aries. J. Scholten Mapa estelar de NGC 772 en la constelación de Aries. J. Scholten

Autor: Michael Feiler / Licencia: Oculum-Verlag GmbH