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Al norte del Cisne

Además del cúmulo M39, que tiene el mismo tamaño que la Luna llena, también podemos disfrutar de la nebulosa de Norteamérica, que solo se puede ver con un cielo realmente oscuro.

Al sureste de Deneb (la estrella más brillante que aparece en el cuadrante superior derecho) encontramos una de las nebulosas gaseosas más bellas: NGC 7000 o nebulosa de Norteamérica. Partiendo del centro de la constelación hacia la izquierda, o al este del golfo de México, encontramos a un Orión en miniatura. Marcus Degenkolbe Al sureste de Deneb (la estrella más brillante que aparece en el cuadrante superior derecho) encontramos una de las nebulosas gaseosas más bellas: NGC 7000 o nebulosa de Norteamérica. Partiendo del centro de la constelación hacia la izquierda, o al este del golfo de México, encontramos a un Orión en miniatura. Marcus Degenkolbe

La constelación del Cisne contiene tantos objetos interesantes para binoculares que bien se le podrían dedicar varias sesiones de observación. Quizás la región más poblada sea la del norte, en las inmediaciones de Deneb, la estrella de la cola.

Espectaculares nebulosas oscuras

A unos 9° al noroeste de Deneb, entre las estrellas de magnitud 4 63 Cyg y π2 Cyg, encontramos M39, un prominente cúmulo abierto del tamaño de la Luna llena con forma de triángulo que se puede observar incluso con binoculares pequeños. Dependiendo del tamaño de la óptica y de las condiciones de observación, se podrán distinguir hasta un par de decenas de estrellas. A tan solo 3º de M39, como a medio campo visual, si la visibilidad acompaña, se puede disfrutar de una de las nebulosas oscuras más fascinantes: Barnard (B) 168. Se extiende a lo largo de unos 1,5°en una forma tubular que hay a quien le recuerda a un puro; este objeto oscuro resaltado por un marco muy poblado de estrellas es ideal para observar con binoculares.

Norteamérica en el cielo

Partimos de nuevo desde Deneb, pero esta vez hacia el sureste, para visitar otra fascinante nebulosa de gas entre 57 Cyg y ξ Cyg: la nebulosa de Norteamérica o NGC 7000. A diferencia de Barnard 168, su gas no oculta estrellas que están por detrás, sino más bien al contrario, se nutre de ellas para brillar más. Al igual que con el "puro negro", para dar con NGC 7000 es importante que el cielo esté oscuro, así como emplear la técnica de la observación indirecta y evitar cualquier fuente de luz dispersa.

A apenas 1° al sureste de 57 Cyg hay un pequeño patrón de estrellas que recuerda al cinturón de Orión y que puede ser de gran ayuda en su búsqueda. Sin embargo, este patrón solo tiene 0,5° de extensión y está formado por estrellas de magnitudes 7 y 9. En algunos catálogos, este Orión en miniatura se conoce como Leiter 9. Sus estrellas solo se ven juntas en apariencia. Tomando Norteamérica como referencia, están cerca del Golfo de México, en una región pobre en nebulosas. Ligeramente hacia el este, encontramos la porción más brillante de NGC 7000, es decir, Centroamérica. Alrededor de la nebulosa encontramos otros cúmulos estelares y nebulosas oscuras que, si bien no son tan atractivos para observadores con binoculares, invitan a seguir explorando esta región del cielo.

Deneb señala el camino hasta el objetivo de esta excursión celeste con binoculares. J. Scholten Deneb señala el camino hasta el objetivo de esta excursión celeste con binoculares. J. Scholten

Autor: Kay Hempel / Licencia: Oculum-Verlag GmbH