M37: un auténtico mar de estrellas
Este cúmulo estelar del catálogo de Messier, ubicado al sur de la constelación de Auriga, no es fácil de encontrar, pero ofrece una imagen que deja sin aliento.
Los cúmulos estelares M36, M37 y M38 en la constelación de Auriga son una visita obligatoria en el cielo invernal para los astrónomos de ciudad. A nivel técnico no se diferencian prácticamente en nada, pero visualmente son muy distintos.
El cúmulo septentrional M38, con una magnitud de 6,4, un tamaño de 25' y estrellas dispuestas en cruz ofrece una imagen de lo más cautivadora. Por el contrario, el cúmulo intermedio M36, con una magnitud de 6 y una extensión de 12", contiene menos estrellas pero destaca por el brillo de cada uno de sus soles. El cúmulo más meridional M37, con una magnitud de 5,6 y un tamaño de 25, es sin duda uno de los objetos favoritos de quien escribe esto: no existe ningún otro cúmulo observable desde la ciudad con semejante concentración de estrellas. M37 deja a todos con la boca abierta, incluso a los astrónomos más experimentados.
Polvo dorado resplandeciente
Cuando, en septiembre de 1764, Charles Messier observó por primera vez el que después sería el cúmulo número 37 de su lista, vio algo completamente diferente. Sus anotaciones se limitaron a un mero "cúmulo de estrellas tenues". Pasó un tiempo hasta que los astrónomos dieron la vuelta a dicha descripción. (Smith) lo definió como "polvo dorado resplandeciente", d ́Arrest como "maravilloso" y Brenner como una "magnífica observación". Hoy en día cualquier astrónomo de ciudad puede disfrutar de M37, ya que para ello basta con disponer de un instrumento sencillo.
Este cúmulo es muy fácil de encontrar, incluso sin tecnología GoTo. Lo mejor es partir de θ Aur, girar unos 2° al oeste hacia ν Aur y desde ahí avanzar en ángulo recto otros 4° al sur, donde nos encontraremos con un triángulo de estrellas de magnitud 6 que se extiende a lo largo de más de 2º. Si observamos el área interior del triángulo a bajos aumentos, al cabo de un rato M37 se revela como una mancha nebulosas; si lo necesita, no dude en utilizar la técnica de la observación indirecta.
Un mar de estrellas con telescopio de 8"
Personalmente, he probado a observar este cúmulo con diferentes aperturas y los mejores resultados se obtienen con refractores de 60 y 80 mm a factor de aumento 60. El espacio central del campo visual aparece repleto de entre 15 y 20 estrellas puntiformes de brillo similar distribuidas alrededor de un astro más luminoso en el centro. En el caso de los refractores de 120 mm, el factor de aumento ideal es de 125. Estas son mis impresiones de M37: "Rebosante en el ocular. Unas 20 a 30 estrellas tenues de diferente brillo muy próximas entre sí con un par de estrellas binarias en el centro". Pero el broche de oro se lo llevan los telescopios de 8": a 250 aumentos uno tiene la sensación de flotar en un mar de estrellas saturado de diamantes resplandecientes. Como el luminoso M37 se puede observar desde entornos urbanos, se trata de uno de los objetos celestes más atractivos del cielo invernal.
Autor: Karl-Peter Julius / Licencia: Oculum-Verlag GmbH