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Aries

Además de galaxias tenues, Aries nos ofrece una de las primeras estrellas binarias descubiertas con telescopio. ¡Todo un clásico para principiantes!

Según la mitología griega, la constelación representa un carnero alado cuyo vellocino dorado fue robado por Jasón y los argonautas. Según la mitología griega, la constelación representa un carnero alado cuyo vellocino dorado fue robado por Jasón y los argonautas.

Aunque Aries es una constelación pequeña, es fácil de localizar en el cielo otoñal por debajo de Andrómeda y el Triángulo. Las estrellas más prominentes son α, β y γ Ari, que representan la testa cornuda de la bestia. Sin embargo, en Mesopotamia, hace más de 3000 años, las brillantes estrellas de Aries aún formaban parte de un temporero que araba el campo con una azada. Más tarde, la constelación se transformó en el animal de pasto que es hoy y se le asignó a Dumuzi, el dios sumerio de los pastores. Así pues, la constelación representa tanto la agricultura como la ganadería, e incluso es un símbolo del desarrollo de la civilización.

Jasón y el Vellocino de Oro

Quizás la historia más conocida de la constelación tiene su origen en la mitología griega. El carnero dorado Crisomallo fue enviado por Hermes, el mensajero de los dioses, para poner a salvo a Frixos y Hele, los hijos del rey Atamante, de su malvada madrastra. Pero durante su rescate, Hele cayó del carnero alado y se precipitó al mar. El impacto mortal dio su antiguo nombre al Helesponto, estrecho del Mediterráneo perteneciente a Turquía, que hoy se llama Dardanelos. Su hermano Frixo, en cambio, llegó sano y salvo a Cólquida, donde el carnero le ordenó que lo sacrificara al dios de la guerra. Después colgó la preciosa piel del carnero, el Vellocino de Oro, de un árbol, y allí permaneció hasta que fue robado por Jasón y sus argonautas.

Estrellas brillantes, galaxias tenues

El científico Robert Hooke se manejaba muy bien tanto en el mundo microscópico, como en el macroscópico. En 1665 publicó su principal obra, Micrographia, en la que introdujo el término "célula". Fue él quien descubrió la naturaleza binaria de la estrella γ Ari durante la observación de un cometa, en la que su telescopio pudo resolver el distante sol en dos puntos de luz igualmente brillantes. De hecho, γ Ari es una de las primeras estrellas dobles descubiertas con un telescopio y puede observarse con uno básico.

Otro sistema estelar interesante es 53 Ari. Ya desde 1961 se supone que se originó en la nebulosa de Orión con otras dos estrellas. Seguramente la estrella 53 Ari fue expulsada de su nube de nacimiento hace entre cuatro y cinco millones de años por la explosión de una supernova, que ahora conocemos como Nebulosa de Orión.

Por desgracia, esta constelación no es precisamente rica en objetos brillantes del cielo profundo. Mientras que sus vecinas Andrómeda y el Triángulo cuentan con imponentes galaxias que invitan a la observación, Aries no es la constelación por excelencia para una sesión otoñal de exploración galáctica. Para poder observar bien estos objetivos tan tenues, se recomienda sin lugar a dudas un telescopio de apertura media y, como en general para cualquier observación del cielo profundo, un cielo oscuro. NGC 772, la galaxia más brillante de la constelación, forma una pareja interactiva con la galaxia enana compacta NGC 770. Este par de galaxias es fácil de encontrar si partimos de γ Ari. NGC 680 y NGC 678 forman otra pareja.

Mapa de la constelación de Aries con consejos de observación. Mapa de la constelación de Aries con consejos de observación.

Autor: Nico Schmidt / Licencia: Oculum-Verlag GmbH