Expedición por las constelaciones

Esta visible constelación está plagada de galaxias, que, de hecho, forman tríos. Y su estrella principal, Régulo, es la que más rápido gira.

No existe ningún patrón estelar que sea tan conocido como el Carro. Pertenece a la Osa Mayor, forma parte de un cúmulo estelar y contiene galaxias.

Es una constelación bastante discreta, salvo por la galaxia del Remolino, M51, una colisión de galaxias vista desde arriba.

Esta constelación está muy al sur y su cercanía a la Vía Láctea le regala una gran abundancia de cúmulos estelares, entre ellos el meridional cúmulo número 7 del catálogo de Messier.

Pese a no llamar la atención, esta constelación incluye siete cúmulos globulares del catálogo de Messier, entre ellos la brillante pareja de M10 y M12.

El prominente cuadrado de Hércules es el hogar de una auténtica joya: Messier 13, el cúmulo globular más bello de todo el cielo boreal.

Dos pequeñas constelaciones, tres grandes objetos: la nebulosa planetaria M27, el cúmulo globular M71 y la Percha Cr 399.

Esta prominente constelación estival incluye a Albireo, la estrella binaria más bella, y grandes y desafiantes nebulosas.

El prominente "Cuadrado de Otoño" incluye un cúmulo globular visible desde la ciudad y un genial quinteto de galaxias para cielos oscuros.

La "W" celeste está en plena Vía Láctea, plagada de exóticas estrellas gigantes y brillantes cúmulos estelares, aptos incluso para binoculares.

Además de galaxias tenues, Aries nos ofrece una de las primeras estrellas binarias descubiertas con telescopio. ¡Todo un clásico para principiantes!

Dos llamativos cúmulos estelares abiertos cercanos entre sí y el único resto de una supernova del catálogo Messier decoran la constelación de Tauro.

Auriga contiene Capella, la tercera estrella más brillante del cielo del norte, así como un hermoso trío de cúmulos estelares brillantes.

Es la constelación más bonita, prominente e inconfundible del cielo invernal. Y, con su nebulosa, es sin duda el objeto del cielo profundo más impresionante.

El cúmulo estelar abierto Messier 35 y la nebulosa Esquimal son la prueba definitiva de que Géminis también es apta para los amigos del cielo profundo.

Descubra por qué en la antigüedad la resplandeciente Sirio era a la vez buen y mal presagio para las personas.