Leo

Esta visible constelación está plagada de galaxias, que, de hecho, forman tríos. Y su estrella principal, Régulo, es la que más rápido gira.

Dado su tamaño y riqueza en astros luminosos, Leo es una de las constelaciones más llamativas y fáciles de encontrar. Partiendo de la Osa Mayor, que en primavera está en el cenit, directamente sobre nuestras cabezas, continuamos en dirección sur hasta toparnos con una prominente figura alargada. A primera vista parece una plancha, cuya asa está formada por una cadena arqueada de estrellas. Además, actualmente su búsqueda es todavía más sencilla, porque justo debajo de esta formación orbita el gigante Júpiter.

El león, rey de los animales, simboliza el poder y la fuerza. Y ese mismo significado se esconde también tras el nombre de la estrella principal, la más brillante de la constelación, Régulo, que en latín significa "pequeño rey" o "príncipe".

Régulo es una estrella de vértigo, y es que este lejano sol es el astro que más rápido gira sobre sí mismo. Rota a una velocidad inaudita de 1,2 millones de kilómetros por hora alrededor de su eje, lo que la convierte en la estrella más veloz de todo el cielo septentrional. Tanto es así, ¡que el diámetro de su ecuador es un 30 % más grande que el diámetro de los polos! Si rotase un 4 % más rápido, la fuerza centrífuga lo destruiría.

Hoy en día calificamos de hercúleas las tareas más difíciles, como, por ejemplo, derrotar a un león imbatible. En la mitología griega esta prominente constelación representa al león de Nemea, que vivía en la región oriental del Peloponeso aterrorizando a hombres y animales. El pelaje de esta abominable bestia era invencible, así que no había espada, flecha ni lanza que pudiera dañarle. Resistió incluso al poderoso garrote de Hércules.

Pero el legendario héroe no se dio por vencido y acabó derrotando al león dándole muerte con sus propias manos. Después Hércules lo desolló y con su piel se hizo una capa con la cabeza de la bestia como casco que, desde entonces, le conferiría invulnerabilidad en las batallas.

La primavera es la estación de las galaxias. Mientras que el invierno es la época para la observación de cúmulos estelares y nebulosas gaseosas en nuestra propia galaxia, ahora toca mirar más allá de la Vía Láctea hacia las profundidades del Universo. En el centro entre las estrellas θ y ι Leo encontramos un grupo de tres galaxias: M65, M66 y NGC 3628, el Triplete de Leo. Y un poco hacia el oeste Leo nos deleita con otro trío, formado por M95, M96 y M105, que, junto con el Triplete, conforma el grupo de galaxias Leo I.

Autor: Nico Schmidt / Licencia: Oculum-Verlag GmbH