Pegaso
El prominente "Cuadrado de Otoño" incluye un cúmulo globular visible desde la ciudad y un genial quinteto de galaxias para cielos oscuros.
Además del Hexágono de Invierno y los Triángulos de Primavera y de Verano, en el cielo de otoño también existe una figura geométrica estacional. Dado que la constelación de Pegaso está formada en gran medida por una figura compuesta por cuatro estrellas brillantes, a menudo se la denomina el Cuadrado de Otoño. Representa el cuerpo del famoso caballo alado, mientras que una línea de estrellas que se extiende desde α hasta ε Peg constituye su cuello y cabeza. Así obtenemos la imagen de Pegaso cayendo del cielo, igual que en las cartas estelares antiguas.
El motivo de la caída podría ser que el caballo alado se sobresaltó deliberadamente mientras volaba con Belorofonte: su jinete, que ya había derrotado a Quimera, la bestia que escupía fuego, se volvió cada vez más arrogante por sus hazañas y quiso alcanzar el Olimpo a lomos de Pegaso. Pero a los dioses no les gustó nada la idea y enviaron un insecto para que picase al caballo, tras lo que Belorofonte salió despedido. Pegaso quedó inmortalizado en plena caída en el firmamento en forma de constelación, pero Belorofonte se precipitó en picado hasta el suelo. Se dice que el nombre de la ciudad turca de Tarso (planta del pie) tiene su origen en el brusco aterrizaje.
Medida de superficie o hijo de la sangre
Pegaso forma parte del gran círculo mítico en torno a Perseo, que intentó salvar a la princesa Andrómeda, hija de Casiopea y Cefeo, de un temible monstruo marino. Todos los personajes de este mito perviven en el cielo otoñal desde hace milenios. Para rescatar a Andrómeda, Perseo necesitaba la cabeza de la horrible Medusa, cuya mirada lo convertía todo al instante en piedra. Cuando, con toda su astucia, el héroe logró cortársela, Pegaso nació de la sangre de la gorgona.
Los astrónomos de la antigua Mesopotamia se fijaron más en la forma geométrica de la constelación que en el caballo alado. La denominaron iku (campo), en referencia a la medida básica de superficie de los sumerios. Por ejemplo, la constelación cuadrada aparece en el arca con forma de cubo del mito del diluvio de Babilonia.
M15 y galaxias
Sin duda, el espectáculo más destacado de toda la constelación es M15. Este cúmulo globular se puede identificar como una mancha diminuta hasta con prismáticos pequeños: se trata de la luz acumulada de estrellas de entre 12 500 y 13 000 millones de años de antigüedad. Los soles más brillantes tienen una magnitud de 12,6 y, por tanto, ya se ven con aperturas de 100 mm. En el caso de la galaxia NGC 7331 basta incluso con un telescopio básico para principiantes. Los propietarios de telescopios más grandes no deberían dejar pasar la oportunidad de enfrentarse al desafío que supone el grupo de galaxias tenues del Quinteto de Stephan bajo un cielo oscuro.
Autor: Nico Schmidt / Licencia: Oculum-Verlag GmbH